lunes, 29 de octubre de 2012

LAS VIGENCIAS FUTURAS NO PASARON EN EL CONCEJO

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible

El ambiente político de la Ciudad continúa percibiendo  dificultades entre Concejo y Administración.  Parece que el Alcalde Guerrero estableció una dinámica para sus relaciones con la Corporación, en las que prime la racionalidad técnica respecto de esa racionalidad política que venía haciendo carrera en administraciones anteriores. La no aprobación del acuerdo que buscaba recursos de vigencias futuras para financiar fotocopias, gasolina, seguridad, aseo, puede ser una respuesta  técnica a esos cambios.

Entre los siete concejales que lo aprobaron se dice que primó la racionalidad política de los trece que no lo aprobaron. Seguramente. Varios concejales han encontrado la puerta cerrada a sus desmedidas ambiciones burocráticas y de contratación de los amigos que financiaron sus campañas. En la política existe un “triángulo de hierro”, parafraseando a Gabriel Misas, entre administración pública, políticos y empresarios. Los tres beben de la misma fuente porque es así como se hace la política, y cuando alguno se aparta de esa lógica no puede gobernar; no logra mayorías en los órganos de representación política o no puede aspirar a un cargo de elección popular.

Pero me atrevo a suponer que también hubo razones técnicas: los recursos de vigencias futuras no son para la caja menor. El error de la plenaria fue no explicar a la opinión pública las razones jurídicas de su inviabilidad: “violación grave del ordenamiento jurídico, susceptible de sanciones disciplinarias, fiscales y penales” y esto debió quedar claro; no hacerlo conllevó a diversas interpretaciones, lo que no debe suceder. El recinto del Concejo es el espacio natural para  la deliberación y la argumentación. Además, si lo que se quería era mostrar que la lógica del Alcalde Guerrero está dando resultados, hay que hacer énfasis en las razones que llevaron a hundir el proyecto.

LAS BANCADAS EN EL CONCEJO DE CALI

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible


Las  bancadas en el Concejo de Cali no se han instalado; así traten de emularlas en el contenido de las actas y en algunas proposiciones para citar a funcionarios, para alterar el orden del día, tratar un tema o solicitar la intervención de personas  presentes en el hemiciclo.

El Reglamento que establece las reglas del juego para su aplicación no existe y las “bancadas” desconocen el sentido que quiso darles la ley: “Los miembros de las bancadas deben actuar en grupo y coordinadamente”, asunto que no se advierte en las intervenciones ni en la dinámica de los integrantes de cada bancada.

El pasado miércoles, la convocatoria a plenaria por parte del Presidente del Concejo invoca dos proposiciones formuladas por la bancada del partido de la U citando a varios funcionarios a conceptuar sobre “otorgar funciones de tránsito a la Policía Metropolitana”. Al revisar su contenido, ambas proposiciones están firmadas únicamente por el Concejal Barreras, es decir, no fue una proposición de la bancada. Además, la reacción o el enfoque del resto de integrantes, fue contraria a lo expuesto por el concejal citante. No estuvieron de acuerdo con imponer policías de tránsito,  pero avalaron el incremento en el número de guardas bachilleres.

Otro lapsus lo presentó la bancada del partido Conservador. Su “vocero” o por lo menos así lo dejó entrever, propuso la intervención del jefe de guardas; a renglón seguido, esa propuesta encontró oponente en el mismo partido, con el argumento de que el día anterior, se había negado la participación de otros asistentes.

Hay pues disparidad en el empleo de la figura de bancadas y ya es tiempo de que se institucionalice dando a entender a la opinión pública, uniformidad de criterios. De lo contrario, una toma de distancia aplicando la norma. Las bancadas requieren reuniones periódicas, estudio de posiciones y coherencia en sus principios. Cali Visible hace un llamado  para que esta ley no siga siendo un saludo a la bandera.

viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Y LA CIUDAD QUÉ?

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible

Preocupan las noticias sobre las relaciones Gobierno-Concejo de Cali y entre Concejales. El decir de unos es que el gobierno no ha querido dar juego a los concejales con cargos y contratos. Por esta razón, las Comisiones están dilatando el estudio de los recientes proyectos, que si bien tienen problemas, estos podrían subsanarse con el aporte de los Concejales. El decir de otros es que el gobierno demora la presentación de proyectos importantes y cuando lo hace, busca su aprobación inmediata independiente de la calidad de su contenido. Cada uno de estos argumentos genera dudas y deja entrever un panorama poco alentador para la ciudad y los próximos años.

Por otra parte, hay la versión de que el Alcalde busca adoptar una lógica que supere las prácticas políticas de antaño, lo que sería conveniente para lograr autonomía y una práctica de “pesos y contrapesos”, que no han existido. Pero hay que hacer claridad y superar la desconfianza manifiesta entre concejales, de concejales hacia funcionarios, y de estos hacia concejales.

Otorgar favores como medio para lograr aprobación de acuerdos es nefasto para la Ciudad y ejemplos de esta práctica hay muchos: Sicali podría ser una de ellas. De lo que se trata es de una separación de poderes y garantizar autonomía. Por eso la ciudad le apostó al Alcalde Guerrero; la mayoría de los concejales también. ¿Pero cuáles fueron las reglas del juego de esa apuesta? ¿Para seguir igual o para darle una transformación política a la ciudad? Los programas que se propone un gobierno obedecen a varios momentos, que manejados tecnocráticamente pueden dar resultados afortunados: formulación, decisión, ejecución y evaluación. Todos ellos, resultado de una independencia entre poderes, pero también de un trabajo colaborativo. Ojalá estos rifirrafes sean transitorios, para bien de la Ciudad.

viernes, 11 de mayo de 2012

RESPECTO DEL PLAN DE DESARROLLO

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible  

Preocupa el ambiente de tensión Administración Central - Concejo para el estudio del Proyecto de Acuerdo del Plan de Desarrollo; una polarización que sólo perjudica a la Ciudad.   No puede primar el legalismo para unos asuntos y para otros no. Recuerdo la manera ágil y oportuna, con la que el Concejo anterior aprobó el cobro de valorización para  las 21 megaobras, asunto con el que estuve de acuerdo; aprobó vigencias futuras para programas y proyectos, como  la remodelación del Estadio Pascual Guerrero; aprobó el Plan de Desarrollo 2008-2011 más ambicioso que factible, porque propuso tres ciudadelas educativas, la Ecociudad Navarro, la construcción  y ampliación de espacios para la justicia y de esto, sólo logró una ciudadela.

¿Por qué este Concejo que comenzó con tanto ímpetu, particularmente los primíparos, frente a su responsabilidad para darle trámite al Proyecto del Plan de Desarrollo exige, para su estudio, la presentación “del Marco Fiscal de Mediano Plazo”  […] cuando la ley 819 de 2003, lo exige para el mismo período en el cual se presenta el proyecto de presupuesto”? En mis modestos conocimientos, es el periodo del Plan de Desarrollo, no del Presupuesto: dos asuntos totalmente diferentes y con contenidos, también totalmente diferentes, así el Proyecto del Plan se soporte en un Plan de Inversiones y así este se formule a partir del presupuesto.

Estamos cansados de una Cali que va a la deriva. Creemos elegir a los más capaces para la Alcaldía y el Concejo pero a corto plazo comienzan a defraudarnos y a responsabilizarse mutuamente. Se dice que hay secretarios que no conocen a Cali, que acaban de llegar, pero los que la conocen ¿qué han hecho? ¿Dónde están?

Queremos un Concejo y una Administración liderando el estudio juicioso y responsable del Plan en lo social, económico, cultural, el fortalecimiento de la descentralización y de la participación ciudadana, la lucha contra la corrupción, y no empleando estrategias políticas para dilatar el proceso e impedir un Acuerdo que sea de CALIDAD.

lunes, 12 de marzo de 2012

¿HAY CONDICIONES EN EL CONCEJO DE CALI PARA EL CONTROL SOCIAL?

Diana Marcela Betancourt
Politóloga Pontificia Universidad Javeriana - Cali
Asistente de investigación - Observatorio Cali Visible

El Concejo de Santiago de Cali, arrancó el periodo 2012-2015, con una iniciativa estimulante para los caleños: El proyecto de Acuerdo 001 “Por el cual se establecen mecanismos para la rendición de cuentas y la visibilidad de la gestión de los Concejales y del Concejo de Santiago de Cali y se dictan otras disposiciones”. Esta iniciativa fue  presentada a la Corporación caleña por la Concejal del Polo Democrático, Patricia Molina Beltrán, ante la Comisión de Institutos. Sin embargo, no advertimos el compromiso de la mayoría de los concejales. Tuve ocasión de asistir a la sesión a la cual se convocó a la participación ciudadana, pero no hubo asistencia de la ciudadanía y los concejales llegaron retrasados, pues al momento del llamado a lista sólo se encontraban tres: Norma Hurtado, la Ponente y…

De todas maneras, este proyecto aparece en sintonía con un Concejo que  inicia con pretensiones de renovación política. Representa una apuesta por la democratización, el fortalecimiento de la institución y su gobernabilidad. Desde cualquier punto de vista, es un avance grandísimo, que hoy  se esté pensando en regular una actividad tan importante, y abandonada por el cabildo en otros periodos, como es la rendición de cuentas. El hecho de que sé este discutiendo la manera de “comunicar  los resultados de la gestión” a los electores, es una muestra de que este cuatrienio, probablemente, estará acompañado de un mejoramiento de cara a la ciudad, en cuanto a que caleños y caleñas conozcamos, de primera mano, y por iniciativa del Concejo, en qué han consistido los Acuerdos aprobados y por qué; en qué ha consistido el Control Político, qué consecuencias trajo para ajustes o mejoras por parte de las diferentes dependencias citadas, durante el período.
 
El Concejo de Cali, adolece y ha adolecido de una imagen negativa que hay que superar: la corrupción, el deficiente control político a la administración en periodos anteriores,  mediante el cual no se privilegiaban asuntos técnicos, sino las presiones políticas por contratos o prebendas. Estas actitudes han causado en los caleños cierta resistencia al Concejo. En general, el ciudadano  no confía en la Corporación ni en los concejales, a pesar de que éstos han sido resultado del l voto popular.

Acordar un mecanismo como la rendición de cuentas seria,  sin lugar a dudas, un avance muy importante de la Corporación en  relación con  la responsabilidad legal y ética que tiene con la Ciudad; con base en ella, habría garantías al derecho ciudadano a informarse a través de canales ágiles y fluidos para hacer seguimiento a los procesos y para contar con espacios de interlocución con los concejales. Los ciudadanos deben ejercer el control social a la función del Concejo, para ello requieren estar informados, ser atendidos correctamente y contar con espacios de encuentro propositivos durante los cuatro años, donde puedan ser participes del estudio y discusión de los proyectos de acuerdo y el control político. Solo así, se podrá vigilar la coherencia entre la gestión de quienes los representan y las necesidades de  las comunidades.

El proyecto con el que arrancan los concejales; alegra a quienes creemos que la formación cívica y política de la gente, su compromiso por el municipio, la visibilización de las políticas que la administración ejecuta y la voluntad política de los servidores públicos pueden generar cambios importantes en la realidad local. Quedan no obstante, aspectos pendientes. No pierdan el impulso. El Observatorio Cali Visible y la ciudadanía caleña en general, estamos a la espera de contar con el Acuerdo aprobado, para la rendición de cuentas.

EL PROCESO ELECTORAL EN SANTIAGO DE CALI: CONTRALOR Y PERSONERO

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible 

La elección de Contralor y Personero en Santiago de Cali se realizó el 6 de enero, recién iniciado el periodo de gestión del Concejo. El Contralor electo es de origen liberal, abogado y médico;  fue gerente regional de la Contraloría General de la República y aspiró a este cargo cuando fue elegido Miguel Erick Piedrahita. El Personero también es abogado y hasta la semana anterior a su elección, ocupaba el cargo de Defensor del Pueblo. Es de origen conservador.

Las  experiencias, respecto de estos procesos electorales, que en el pasado no fueron muy gratas para los concejales de Cali, sancionados por la Procuraduría por haber  elegido un funcionario inhabilitado, hicieron que en esta ocasión fueran más precavidos o por lo menos así lo dejaron entrever a la opinión pública.

Para la elección de personero se inscribieron diez y ocho candidatos, un número no frecuente para este cargo y finalmente se propusieron catorce. Entre ellos, el excandidato a la Alcaldía Fabio Ariel Cardozo y el personero Manuel Torres que buscaba la reelección; tal vez, porque su gestión fue reconocida por los personeros del país, nombrándole Presidente de la Federación Nacional de Personeros[1].  También se postuló  uno de los asesores de los exconcejales  Nelson Garcés y Rodrigo Guerrero. Su nombre fue promovido por asesores de la campaña a la Alcaldía de Guerrero y según se conoció en su momento, contaba con la venia de la mayoría de concejales. Sin embargo, hubo voces que mostraron la  inconveniencia; no por inhabilidades jurídicas, sino éticas y morales, pues siendo amigo del Alcalde y de su principal Asesor, la imparcialidad a la hora de tomar decisiones sobre asuntos disciplinarios, relativos a su cargo, podría quedar en entredicho. Esto llevó a que el candidato renunciara  horas antes de la plenaria citada para su elección, a pesar del respaldo político obtenido y del de algunos columnistas de la prensa local. "Luis Alfredo se viene preparando desde hace mucho tiempo para asumir retos como el que hoy se le presenta, hace parte de un selecto grupo de jóvenes que aspiran a ser la renovación política que tanto necesita nuestra ciudad y departamento; sin duda alguna, de ser elegido Personero, cumplirá con una excelente gestión"[2] . Su argumento para declinar se basó en las preocupaciones respecto a una elección sancionable: "Ante la posibilidad de que por mi elección se pueda iniciar un proceso jurídico con fines politiqueros, en desmedro de la imagen del Concejo, la Alcaldía y la mía propia, tomo la decisión de retirar mi candidatura"[3].

Esta renuncia llevó a buscar alternativas de urgencia. Además, porque el ambiente político en algunos partidos que ocupan curules en el Concejo, era tenso. Es así como se propuso el nombre de Andrés Santamaría quien hasta ese momento y por cinco años, ocupaba el cargo de Defensor del Pueblo. Fue el último candidato en presentar su hoja de vida. Personalmente dijo: “cuando me propusieron, dos días antes, no lo acepté; sin embargo, pensé en que era importante darle a la Ciudad un aporte en su lucha por la transparencia y por la disminución de comportamientos clientelistas. Fui postulado por el concejal John Jairo Hoyos del partido Conservador”.
 
A esta alternativa se sumó la propuesta  del concejal del partido Mira con el candidato Carlos Arturo Peralta por "considerar su hoja de vida altamente calificada”. Con base en esos dos nombres se procedió a la votación: veinte votos para el candidato Santamaría y uno para el candidato Peralta.  La posición de Concejal del partido Mira dejó en evidencia  un argumento que el partido defiende: "MIRA siempre ejercerá su voto independiente sin participación en coaliciones. MIRA en el Concejo de Cali, respaldará las buenas propuestas que beneficien a la ciudad, sin importar el color político de quien las proponga"[4].

Tal vez para Mira, el candidato Santamaría no representaba  las calidades y la idoneidad que su partido buscaba para ese cargo -y digo su partido, porque Mira se caracteriza por un trabajo colectivo diferente al del resto de los partidos-. Lo contrario sucedió para escoger Contralor. Los concejales tenían a su haber la terna remitida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali y el Tribunal Contencioso Administrativo. El primero presentó a Gilberto Hernán Zapata Bonilla y a Edgar Fabio García Castañeda y el segundo, a Víctor Hugo Osorio Soto.

La elección de Zapata fue unánime, posiblemente su hoja de vida no dejaba dudas respecto de su idoneidad. La concejal Clementina Vélez lo postuló a nombre de la bancada liberal y obtuvo los veintiuno votos. Su discurso también se enfocó hacia la transparencia en sus actos y hacia la lucha contra la corrupción. Dijo que de la misma manera como lo había anunciado el alcalde Rodrigo Guerrero durante su posesión, él tampoco permitiría la presencia de funcionarios corruptos. "Velaré por los servidores públicos, por el ciudadano común y por el control social para preservar los bienes del Estado".

No obstante lo anterior, y haber advertido una elección que contó con la aprobación unánime de los concejales, es de señalar que el proceso se redujo al ámbito del Concejo y al control social del Observatorio Cali Visible pues la Corporación no convocó para que la opinión pública se enterase de las hojas de vida de los candidatos, ni hubo un evento o actividad pública para conocer sus hojas de vida y facilitar el debate sobre las mismas. Una significativa diferencia con el proceso en el Concejo de Bogotá que sí convocó a actos públicos y presentó un alto número de postulados. El concejal del partido Mira propuso un acto público para escuchar los candidatos, pero la propuesta no fue respaldada porque el quórum correspondiente no estaba presente.

La publicidad tanto del Concejo por su página Web como de la prensa local estuvo circunscrita a informar: anuncios previos, el proceso electoral, el acto propiamente y los resultados obtenidos. Posterior a la elección, la prensa local – El País - publicó una entrevista al Contralor, pero con base en hechos cumplidos.

Finalmente, y aunque parece haberse dado una elección aparentemente transparente y  escogidos los dos profesionales más idóneos, existen dudas respecto a la transparencia con que funcionarios que ocupan cargos de dirección, que son cuotas de concejales reelectos, puedan desempeñarse a la altura de las exigencias de sus jefes: Contralor y Personero. O ¿será que estos harán una selección de sus equipos de trabajo vía meritocracia? Cali Visible estará atenta al comportamiento burocrático de estos dos entes de control.


LAS BANCADAS EN EL CONCEJO DE CALI

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible

Las  bancadas en el Concejo de Cali no se han instalado; así traten de emularlas en el contenido de las actas y en algunas proposiciones para citar a funcionarios, para alterar el orden del día, tratar un tema o solicitar la intervención de personas  presentes en el hemiciclo.

El Reglamento que establece las reglas del juego para su aplicación no existe y las “bancadas” desconocen el sentido que quiso darles la ley: “Los miembros de las bancadas deben actuar en grupo y coordinadamente”, asunto que no se advierte en las intervenciones ni en la dinámica de los integrantes de cada bancada.

El pasado miércoles, la convocatoria a plenaria por parte del Presidente del Concejo invoca dos proposiciones formuladas por la bancada del partido de la U citando a varios funcionarios a conceptuar sobre “otorgar funciones de tránsito a la Policía Metropolitana”. Al revisar su contenido, ambas proposiciones están firmadas únicamente por el Concejal Barreras, es decir, no fue una proposición de la bancada. Además, la reacción o el enfoque del resto de integrantes, fue contraria a lo expuesto por el concejal citante. No estuvieron de acuerdo con imponer policías de tránsito,  pero avalaron el incremento en el número de guardas bachilleres.

Otro lapsus lo presentó la bancada del partido Conservador. Su “vocero” o por lo menos así lo dejó entrever, propuso la intervención del jefe de guardas; a renglón seguido, esa propuesta encontró oponente en el mismo partido, con el argumento de que el día anterior, se había negado la participación de otros asistentes.

Hay pues disparidad en el empleo de la figura de bancadas y ya es tiempo de que se institucionalice dando a entender a la opinión pública, uniformidad de criterios. De lo contrario, una toma de distancia aplicando la norma. Las bancadas requieren reuniones periódicas, estudio de posiciones y coherencia en sus principios. Cali Visible hace un llamado  para que esta ley no siga siendo un saludo a la bandera.

lunes, 13 de febrero de 2012

El CONTROL POLÍTICO CON RETROVISOR A BORDO

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible

Preocupa la dinámica de gestión del Concejo de Cali, entre enero y febrero. Se está pontificando y buscando protagonismo con base en el retrovisor. Lastimosamente, en el contexto de la realidad encontrada en el empalme. Pero no se tiene en cuenta que varios concejales que  actualmente pontifican hicieron control político a “esos lunares que dejó el exalcalde Jorge Iván Ospina”.

Las citaciones que hicieron a funcionarios del gobierno anterior se enfocaron, en su gran mayoría, a asuntos que hoy debaten y  muestran  debilidad creciente. 80% de proposiciones  se enfocaron en el control político a esa administración.

Este 6 de febrero, algún concejal calificó de “vulgar” el programa de guardas cívicos, por los onerosos recursos que se destinaron y el poco o nulo impacto.  En 2009, el Secretario de Cultura Carlos Rojas, fue citado por el Concejo anterior, mediante proposición  318 para que informara acerca de sus resultados.  A qué conclusiones llevó ese debate?  ¿Qué propusieron los concejales citantes para que el programa fuese exitoso? El acta de la sesión, no da respuestas como tampoco la mayoría.

 

Cuando hay debate (en 2009 en 64% de las citaciones, en 2010 en 70% y en 2011 en 56%) la sesión se queda en “debate” por la dinámica empleada: El concejal citante critica largamente los resultados de la gestión; el funcionario citado reproduce el documento que envió a los concejales para estudio; los concejales, por no decir todos (porque la ley de bancadas no la aplican) intervienen políticamente, más que técnicamente, con algunas excepciones.  Preguntas son las que quedan evaluando la gestión de control político de los concejales 2008  - 2011 respecto de los informes de los nuevos funcionarios.  ¿Qué resultados entregaron los funcionarios de la administración pasada?  ¿Qué tanto los concejales en su afán de protagonismo, por citar y citar se documentaron con antelación para contar con elementos de juicio objetivos y confrontar la realidad que presentaba el funcionario? ¿El control político fue un ejercicio de protagonismo político, de intereses burocráticos?  No cabe duda que un problema de gobernabilidad bastante agudo ronda las relaciones gubernamentales alcalde – concejo, tiene que ver con la disposición de los funcionarios para informar objetivamente y con la disposición de los concejales para estudiar objetivamente los asuntos de ciudad con los cuales se comprometen y denunciar ante la opinión pública: las deficiencias y anomalías que encuentran.

domingo, 5 de febrero de 2012

01/02/2012 - PRIMER MES DEL CONCEJO: BALANCE

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible

El Concejo de Cali, como corporación ha iniciado sus tareas con muchos bríos. En primer lugar, he revisado las primeras actas y quiero resaltar sus fortalezas. El Secretario General llegó a hacer cumplir la ley 136: actas cortas, contenidos precisos y aprobación inmediata; algo inusual en periodos anteriores, aunque todavía se advierte la reproducción de intervenciones vacías y de poca utilidad.

En segundo lugar la página web. Ha habido ajustes importantes, como las proposiciones de control político que hasta la fecha han presentado los concejales. Documento útil para la ciudadanía en cuanto a su contenido, pero también para comprobar la realización de la sesión correspondiente. No obstante, faltan varias hojas de vida de concejales nuevos; seguramente no han entregado la información. De estos sólo aparecen: Michel Maya, Fernando Arroyave, Harvy Mosquera, José Uriel Rojas, Danis Antonio Rentería y Patricia Molina. Aunque falta información. Por ejemplo: quienes conforman su Unidad Técnica. Y en esto hay que destacar la información suministrada por Noralba García. Es la más completa, entre nuevos y veteranos.

En tercer lugar los concejales. “Escoba nueva barre bien”. Varios concejales nuevos están marcando territorio, proponen citaciones sobre temas concretos, con debates concretos. Los veteranos no se quedan atrás y la bancada del partido liberal logra la presencia del Superintendente de Servicios Públicos y del Gerente Interventor de Emsirva, cuya asistencia al Concejo no era usual. La unanimidad para nombrar mesa directiva, Secretario general, Contralor, Personero y mesa directiva de la Comisión de Plan y Tierras. Pero en cuanto unanimidad, hasta aquí les llegó el aire y hay fisuras.

Parece que hay temores respecto del manejo del poder. Los veteranos consideran que tienen atributos de sobra para mandar y los nuevos, no aceptan esa regla. Se han “rebelado” a sus mayores. Pero ¿por qué será esa rebeldía? ¿Asuntos burocráticos? Versiones circulan sin comprobación alguna. Por su parte, el Concejal del Mira no acepta coaliciones ni reuniones para hacer acuerdos. “Dice que llega al recinto del Concejo a escuchar y a tomar decisiones autónomamente”.

Para los unos y los otros los resultados de su gestión no se mide por el que más poder ostente o por el que más burocracia obtenga y menos en un momento donde la olla financiera está raspada. Dependen de su dedicación a estudiar los asuntos de ciudad reflejada en el control político que ejerzan y en las capacidades de sus Unidad de Apoyo Normativo, para apoyarles esa tarea. Finalmente, por cumplir el Reglamento Interno, el que todavía estamos esperando su actualización.

Hay que rescatar el interés por aplicar la ley de Bancadas. Pero como no hay reglamento actualizado, la aplican a su manera, como mejor les convenga. ¿Quién es el vocero de cada bancada? No lo sabemos, porque no encontramos diferencia en los tiempos de intervención del vocero y del resto de la bancada. Además siempre intervienen todos. En este aspecto hay grandes debilidades; las sesiones siguen igual de tediosas.

Estamos a la espera de que cada concejal cumpla con la Constitución Política y ley 136 registrando su actual actividad económica, la de su cónyuge y su familia hasta el cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero civil en el libro de Registro de Conflicto de Intereses. La Ley 136 de 1994 en su artículo 70 se refiere al Conflicto de Intereses y reza así: “Cuando para los concejales exista interés directo en la decisión porque le afecte de alguna manera, o a su cónyuge o compañero o compañera permanente, o a alguno de sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero civil, o a su socio o socios de derecho o de hecho, deberá declararse impedido de participar en los debates o votaciones respectivas. Los concejos llevarán un registro de intereses privados en el cual los concejales consignarán la información relacionada con su actividad económica privada. Dicho registro será de público conocimiento. Cualquier ciudadano que tenga conocimiento de una causal de impedimento de algún concejal, que no se haya comunicado a la respectiva corporación, podrá recusarlo ante ella”

El Observatorio Cali Visible y la ciudadanía caleña en general estamos a la espera del cumplimiento generalizado de esta norma con el fin de estar seguros que contamos con un Concejo Transparente, comprometido con la institucionalidad y con el reconocimiento ciudadano.

Finalmente, enhorabuena el proyecto de acuerdo presentado por la Concejal Patricia Molina para garantizar la rendición de cuentas. Cali Visible ha venido exigiendo esa responsabilidad política, pero un Acuerdo institucionalizará un deber y por supuesto, un derecho ciudadano a estar informado.