lunes, 13 de febrero de 2012

El CONTROL POLÍTICO CON RETROVISOR A BORDO

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible

Preocupa la dinámica de gestión del Concejo de Cali, entre enero y febrero. Se está pontificando y buscando protagonismo con base en el retrovisor. Lastimosamente, en el contexto de la realidad encontrada en el empalme. Pero no se tiene en cuenta que varios concejales que  actualmente pontifican hicieron control político a “esos lunares que dejó el exalcalde Jorge Iván Ospina”.

Las citaciones que hicieron a funcionarios del gobierno anterior se enfocaron, en su gran mayoría, a asuntos que hoy debaten y  muestran  debilidad creciente. 80% de proposiciones  se enfocaron en el control político a esa administración.

Este 6 de febrero, algún concejal calificó de “vulgar” el programa de guardas cívicos, por los onerosos recursos que se destinaron y el poco o nulo impacto.  En 2009, el Secretario de Cultura Carlos Rojas, fue citado por el Concejo anterior, mediante proposición  318 para que informara acerca de sus resultados.  A qué conclusiones llevó ese debate?  ¿Qué propusieron los concejales citantes para que el programa fuese exitoso? El acta de la sesión, no da respuestas como tampoco la mayoría.

 

Cuando hay debate (en 2009 en 64% de las citaciones, en 2010 en 70% y en 2011 en 56%) la sesión se queda en “debate” por la dinámica empleada: El concejal citante critica largamente los resultados de la gestión; el funcionario citado reproduce el documento que envió a los concejales para estudio; los concejales, por no decir todos (porque la ley de bancadas no la aplican) intervienen políticamente, más que técnicamente, con algunas excepciones.  Preguntas son las que quedan evaluando la gestión de control político de los concejales 2008  - 2011 respecto de los informes de los nuevos funcionarios.  ¿Qué resultados entregaron los funcionarios de la administración pasada?  ¿Qué tanto los concejales en su afán de protagonismo, por citar y citar se documentaron con antelación para contar con elementos de juicio objetivos y confrontar la realidad que presentaba el funcionario? ¿El control político fue un ejercicio de protagonismo político, de intereses burocráticos?  No cabe duda que un problema de gobernabilidad bastante agudo ronda las relaciones gubernamentales alcalde – concejo, tiene que ver con la disposición de los funcionarios para informar objetivamente y con la disposición de los concejales para estudiar objetivamente los asuntos de ciudad con los cuales se comprometen y denunciar ante la opinión pública: las deficiencias y anomalías que encuentran.

domingo, 5 de febrero de 2012

01/02/2012 - PRIMER MES DEL CONCEJO: BALANCE

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible

El Concejo de Cali, como corporación ha iniciado sus tareas con muchos bríos. En primer lugar, he revisado las primeras actas y quiero resaltar sus fortalezas. El Secretario General llegó a hacer cumplir la ley 136: actas cortas, contenidos precisos y aprobación inmediata; algo inusual en periodos anteriores, aunque todavía se advierte la reproducción de intervenciones vacías y de poca utilidad.

En segundo lugar la página web. Ha habido ajustes importantes, como las proposiciones de control político que hasta la fecha han presentado los concejales. Documento útil para la ciudadanía en cuanto a su contenido, pero también para comprobar la realización de la sesión correspondiente. No obstante, faltan varias hojas de vida de concejales nuevos; seguramente no han entregado la información. De estos sólo aparecen: Michel Maya, Fernando Arroyave, Harvy Mosquera, José Uriel Rojas, Danis Antonio Rentería y Patricia Molina. Aunque falta información. Por ejemplo: quienes conforman su Unidad Técnica. Y en esto hay que destacar la información suministrada por Noralba García. Es la más completa, entre nuevos y veteranos.

En tercer lugar los concejales. “Escoba nueva barre bien”. Varios concejales nuevos están marcando territorio, proponen citaciones sobre temas concretos, con debates concretos. Los veteranos no se quedan atrás y la bancada del partido liberal logra la presencia del Superintendente de Servicios Públicos y del Gerente Interventor de Emsirva, cuya asistencia al Concejo no era usual. La unanimidad para nombrar mesa directiva, Secretario general, Contralor, Personero y mesa directiva de la Comisión de Plan y Tierras. Pero en cuanto unanimidad, hasta aquí les llegó el aire y hay fisuras.

Parece que hay temores respecto del manejo del poder. Los veteranos consideran que tienen atributos de sobra para mandar y los nuevos, no aceptan esa regla. Se han “rebelado” a sus mayores. Pero ¿por qué será esa rebeldía? ¿Asuntos burocráticos? Versiones circulan sin comprobación alguna. Por su parte, el Concejal del Mira no acepta coaliciones ni reuniones para hacer acuerdos. “Dice que llega al recinto del Concejo a escuchar y a tomar decisiones autónomamente”.

Para los unos y los otros los resultados de su gestión no se mide por el que más poder ostente o por el que más burocracia obtenga y menos en un momento donde la olla financiera está raspada. Dependen de su dedicación a estudiar los asuntos de ciudad reflejada en el control político que ejerzan y en las capacidades de sus Unidad de Apoyo Normativo, para apoyarles esa tarea. Finalmente, por cumplir el Reglamento Interno, el que todavía estamos esperando su actualización.

Hay que rescatar el interés por aplicar la ley de Bancadas. Pero como no hay reglamento actualizado, la aplican a su manera, como mejor les convenga. ¿Quién es el vocero de cada bancada? No lo sabemos, porque no encontramos diferencia en los tiempos de intervención del vocero y del resto de la bancada. Además siempre intervienen todos. En este aspecto hay grandes debilidades; las sesiones siguen igual de tediosas.

Estamos a la espera de que cada concejal cumpla con la Constitución Política y ley 136 registrando su actual actividad económica, la de su cónyuge y su familia hasta el cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero civil en el libro de Registro de Conflicto de Intereses. La Ley 136 de 1994 en su artículo 70 se refiere al Conflicto de Intereses y reza así: “Cuando para los concejales exista interés directo en la decisión porque le afecte de alguna manera, o a su cónyuge o compañero o compañera permanente, o a alguno de sus parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero civil, o a su socio o socios de derecho o de hecho, deberá declararse impedido de participar en los debates o votaciones respectivas. Los concejos llevarán un registro de intereses privados en el cual los concejales consignarán la información relacionada con su actividad económica privada. Dicho registro será de público conocimiento. Cualquier ciudadano que tenga conocimiento de una causal de impedimento de algún concejal, que no se haya comunicado a la respectiva corporación, podrá recusarlo ante ella”

El Observatorio Cali Visible y la ciudadanía caleña en general estamos a la espera del cumplimiento generalizado de esta norma con el fin de estar seguros que contamos con un Concejo Transparente, comprometido con la institucionalidad y con el reconocimiento ciudadano.

Finalmente, enhorabuena el proyecto de acuerdo presentado por la Concejal Patricia Molina para garantizar la rendición de cuentas. Cali Visible ha venido exigiendo esa responsabilidad política, pero un Acuerdo institucionalizará un deber y por supuesto, un derecho ciudadano a estar informado.