lunes, 12 de marzo de 2012

¿HAY CONDICIONES EN EL CONCEJO DE CALI PARA EL CONTROL SOCIAL?

Diana Marcela Betancourt
Politóloga Pontificia Universidad Javeriana - Cali
Asistente de investigación - Observatorio Cali Visible

El Concejo de Santiago de Cali, arrancó el periodo 2012-2015, con una iniciativa estimulante para los caleños: El proyecto de Acuerdo 001 “Por el cual se establecen mecanismos para la rendición de cuentas y la visibilidad de la gestión de los Concejales y del Concejo de Santiago de Cali y se dictan otras disposiciones”. Esta iniciativa fue  presentada a la Corporación caleña por la Concejal del Polo Democrático, Patricia Molina Beltrán, ante la Comisión de Institutos. Sin embargo, no advertimos el compromiso de la mayoría de los concejales. Tuve ocasión de asistir a la sesión a la cual se convocó a la participación ciudadana, pero no hubo asistencia de la ciudadanía y los concejales llegaron retrasados, pues al momento del llamado a lista sólo se encontraban tres: Norma Hurtado, la Ponente y…

De todas maneras, este proyecto aparece en sintonía con un Concejo que  inicia con pretensiones de renovación política. Representa una apuesta por la democratización, el fortalecimiento de la institución y su gobernabilidad. Desde cualquier punto de vista, es un avance grandísimo, que hoy  se esté pensando en regular una actividad tan importante, y abandonada por el cabildo en otros periodos, como es la rendición de cuentas. El hecho de que sé este discutiendo la manera de “comunicar  los resultados de la gestión” a los electores, es una muestra de que este cuatrienio, probablemente, estará acompañado de un mejoramiento de cara a la ciudad, en cuanto a que caleños y caleñas conozcamos, de primera mano, y por iniciativa del Concejo, en qué han consistido los Acuerdos aprobados y por qué; en qué ha consistido el Control Político, qué consecuencias trajo para ajustes o mejoras por parte de las diferentes dependencias citadas, durante el período.
 
El Concejo de Cali, adolece y ha adolecido de una imagen negativa que hay que superar: la corrupción, el deficiente control político a la administración en periodos anteriores,  mediante el cual no se privilegiaban asuntos técnicos, sino las presiones políticas por contratos o prebendas. Estas actitudes han causado en los caleños cierta resistencia al Concejo. En general, el ciudadano  no confía en la Corporación ni en los concejales, a pesar de que éstos han sido resultado del l voto popular.

Acordar un mecanismo como la rendición de cuentas seria,  sin lugar a dudas, un avance muy importante de la Corporación en  relación con  la responsabilidad legal y ética que tiene con la Ciudad; con base en ella, habría garantías al derecho ciudadano a informarse a través de canales ágiles y fluidos para hacer seguimiento a los procesos y para contar con espacios de interlocución con los concejales. Los ciudadanos deben ejercer el control social a la función del Concejo, para ello requieren estar informados, ser atendidos correctamente y contar con espacios de encuentro propositivos durante los cuatro años, donde puedan ser participes del estudio y discusión de los proyectos de acuerdo y el control político. Solo así, se podrá vigilar la coherencia entre la gestión de quienes los representan y las necesidades de  las comunidades.

El proyecto con el que arrancan los concejales; alegra a quienes creemos que la formación cívica y política de la gente, su compromiso por el municipio, la visibilización de las políticas que la administración ejecuta y la voluntad política de los servidores públicos pueden generar cambios importantes en la realidad local. Quedan no obstante, aspectos pendientes. No pierdan el impulso. El Observatorio Cali Visible y la ciudadanía caleña en general, estamos a la espera de contar con el Acuerdo aprobado, para la rendición de cuentas.

EL PROCESO ELECTORAL EN SANTIAGO DE CALI: CONTRALOR Y PERSONERO

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible 

La elección de Contralor y Personero en Santiago de Cali se realizó el 6 de enero, recién iniciado el periodo de gestión del Concejo. El Contralor electo es de origen liberal, abogado y médico;  fue gerente regional de la Contraloría General de la República y aspiró a este cargo cuando fue elegido Miguel Erick Piedrahita. El Personero también es abogado y hasta la semana anterior a su elección, ocupaba el cargo de Defensor del Pueblo. Es de origen conservador.

Las  experiencias, respecto de estos procesos electorales, que en el pasado no fueron muy gratas para los concejales de Cali, sancionados por la Procuraduría por haber  elegido un funcionario inhabilitado, hicieron que en esta ocasión fueran más precavidos o por lo menos así lo dejaron entrever a la opinión pública.

Para la elección de personero se inscribieron diez y ocho candidatos, un número no frecuente para este cargo y finalmente se propusieron catorce. Entre ellos, el excandidato a la Alcaldía Fabio Ariel Cardozo y el personero Manuel Torres que buscaba la reelección; tal vez, porque su gestión fue reconocida por los personeros del país, nombrándole Presidente de la Federación Nacional de Personeros[1].  También se postuló  uno de los asesores de los exconcejales  Nelson Garcés y Rodrigo Guerrero. Su nombre fue promovido por asesores de la campaña a la Alcaldía de Guerrero y según se conoció en su momento, contaba con la venia de la mayoría de concejales. Sin embargo, hubo voces que mostraron la  inconveniencia; no por inhabilidades jurídicas, sino éticas y morales, pues siendo amigo del Alcalde y de su principal Asesor, la imparcialidad a la hora de tomar decisiones sobre asuntos disciplinarios, relativos a su cargo, podría quedar en entredicho. Esto llevó a que el candidato renunciara  horas antes de la plenaria citada para su elección, a pesar del respaldo político obtenido y del de algunos columnistas de la prensa local. "Luis Alfredo se viene preparando desde hace mucho tiempo para asumir retos como el que hoy se le presenta, hace parte de un selecto grupo de jóvenes que aspiran a ser la renovación política que tanto necesita nuestra ciudad y departamento; sin duda alguna, de ser elegido Personero, cumplirá con una excelente gestión"[2] . Su argumento para declinar se basó en las preocupaciones respecto a una elección sancionable: "Ante la posibilidad de que por mi elección se pueda iniciar un proceso jurídico con fines politiqueros, en desmedro de la imagen del Concejo, la Alcaldía y la mía propia, tomo la decisión de retirar mi candidatura"[3].

Esta renuncia llevó a buscar alternativas de urgencia. Además, porque el ambiente político en algunos partidos que ocupan curules en el Concejo, era tenso. Es así como se propuso el nombre de Andrés Santamaría quien hasta ese momento y por cinco años, ocupaba el cargo de Defensor del Pueblo. Fue el último candidato en presentar su hoja de vida. Personalmente dijo: “cuando me propusieron, dos días antes, no lo acepté; sin embargo, pensé en que era importante darle a la Ciudad un aporte en su lucha por la transparencia y por la disminución de comportamientos clientelistas. Fui postulado por el concejal John Jairo Hoyos del partido Conservador”.
 
A esta alternativa se sumó la propuesta  del concejal del partido Mira con el candidato Carlos Arturo Peralta por "considerar su hoja de vida altamente calificada”. Con base en esos dos nombres se procedió a la votación: veinte votos para el candidato Santamaría y uno para el candidato Peralta.  La posición de Concejal del partido Mira dejó en evidencia  un argumento que el partido defiende: "MIRA siempre ejercerá su voto independiente sin participación en coaliciones. MIRA en el Concejo de Cali, respaldará las buenas propuestas que beneficien a la ciudad, sin importar el color político de quien las proponga"[4].

Tal vez para Mira, el candidato Santamaría no representaba  las calidades y la idoneidad que su partido buscaba para ese cargo -y digo su partido, porque Mira se caracteriza por un trabajo colectivo diferente al del resto de los partidos-. Lo contrario sucedió para escoger Contralor. Los concejales tenían a su haber la terna remitida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali y el Tribunal Contencioso Administrativo. El primero presentó a Gilberto Hernán Zapata Bonilla y a Edgar Fabio García Castañeda y el segundo, a Víctor Hugo Osorio Soto.

La elección de Zapata fue unánime, posiblemente su hoja de vida no dejaba dudas respecto de su idoneidad. La concejal Clementina Vélez lo postuló a nombre de la bancada liberal y obtuvo los veintiuno votos. Su discurso también se enfocó hacia la transparencia en sus actos y hacia la lucha contra la corrupción. Dijo que de la misma manera como lo había anunciado el alcalde Rodrigo Guerrero durante su posesión, él tampoco permitiría la presencia de funcionarios corruptos. "Velaré por los servidores públicos, por el ciudadano común y por el control social para preservar los bienes del Estado".

No obstante lo anterior, y haber advertido una elección que contó con la aprobación unánime de los concejales, es de señalar que el proceso se redujo al ámbito del Concejo y al control social del Observatorio Cali Visible pues la Corporación no convocó para que la opinión pública se enterase de las hojas de vida de los candidatos, ni hubo un evento o actividad pública para conocer sus hojas de vida y facilitar el debate sobre las mismas. Una significativa diferencia con el proceso en el Concejo de Bogotá que sí convocó a actos públicos y presentó un alto número de postulados. El concejal del partido Mira propuso un acto público para escuchar los candidatos, pero la propuesta no fue respaldada porque el quórum correspondiente no estaba presente.

La publicidad tanto del Concejo por su página Web como de la prensa local estuvo circunscrita a informar: anuncios previos, el proceso electoral, el acto propiamente y los resultados obtenidos. Posterior a la elección, la prensa local – El País - publicó una entrevista al Contralor, pero con base en hechos cumplidos.

Finalmente, y aunque parece haberse dado una elección aparentemente transparente y  escogidos los dos profesionales más idóneos, existen dudas respecto a la transparencia con que funcionarios que ocupan cargos de dirección, que son cuotas de concejales reelectos, puedan desempeñarse a la altura de las exigencias de sus jefes: Contralor y Personero. O ¿será que estos harán una selección de sus equipos de trabajo vía meritocracia? Cali Visible estará atenta al comportamiento burocrático de estos dos entes de control.


LAS BANCADAS EN EL CONCEJO DE CALI

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible

Las  bancadas en el Concejo de Cali no se han instalado; así traten de emularlas en el contenido de las actas y en algunas proposiciones para citar a funcionarios, para alterar el orden del día, tratar un tema o solicitar la intervención de personas  presentes en el hemiciclo.

El Reglamento que establece las reglas del juego para su aplicación no existe y las “bancadas” desconocen el sentido que quiso darles la ley: “Los miembros de las bancadas deben actuar en grupo y coordinadamente”, asunto que no se advierte en las intervenciones ni en la dinámica de los integrantes de cada bancada.

El pasado miércoles, la convocatoria a plenaria por parte del Presidente del Concejo invoca dos proposiciones formuladas por la bancada del partido de la U citando a varios funcionarios a conceptuar sobre “otorgar funciones de tránsito a la Policía Metropolitana”. Al revisar su contenido, ambas proposiciones están firmadas únicamente por el Concejal Barreras, es decir, no fue una proposición de la bancada. Además, la reacción o el enfoque del resto de integrantes, fue contraria a lo expuesto por el concejal citante. No estuvieron de acuerdo con imponer policías de tránsito,  pero avalaron el incremento en el número de guardas bachilleres.

Otro lapsus lo presentó la bancada del partido Conservador. Su “vocero” o por lo menos así lo dejó entrever, propuso la intervención del jefe de guardas; a renglón seguido, esa propuesta encontró oponente en el mismo partido, con el argumento de que el día anterior, se había negado la participación de otros asistentes.

Hay pues disparidad en el empleo de la figura de bancadas y ya es tiempo de que se institucionalice dando a entender a la opinión pública, uniformidad de criterios. De lo contrario, una toma de distancia aplicando la norma. Las bancadas requieren reuniones periódicas, estudio de posiciones y coherencia en sus principios. Cali Visible hace un llamado  para que esta ley no siga siendo un saludo a la bandera.