lunes, 29 de octubre de 2012

LAS VIGENCIAS FUTURAS NO PASARON EN EL CONCEJO

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible

El ambiente político de la Ciudad continúa percibiendo  dificultades entre Concejo y Administración.  Parece que el Alcalde Guerrero estableció una dinámica para sus relaciones con la Corporación, en las que prime la racionalidad técnica respecto de esa racionalidad política que venía haciendo carrera en administraciones anteriores. La no aprobación del acuerdo que buscaba recursos de vigencias futuras para financiar fotocopias, gasolina, seguridad, aseo, puede ser una respuesta  técnica a esos cambios.

Entre los siete concejales que lo aprobaron se dice que primó la racionalidad política de los trece que no lo aprobaron. Seguramente. Varios concejales han encontrado la puerta cerrada a sus desmedidas ambiciones burocráticas y de contratación de los amigos que financiaron sus campañas. En la política existe un “triángulo de hierro”, parafraseando a Gabriel Misas, entre administración pública, políticos y empresarios. Los tres beben de la misma fuente porque es así como se hace la política, y cuando alguno se aparta de esa lógica no puede gobernar; no logra mayorías en los órganos de representación política o no puede aspirar a un cargo de elección popular.

Pero me atrevo a suponer que también hubo razones técnicas: los recursos de vigencias futuras no son para la caja menor. El error de la plenaria fue no explicar a la opinión pública las razones jurídicas de su inviabilidad: “violación grave del ordenamiento jurídico, susceptible de sanciones disciplinarias, fiscales y penales” y esto debió quedar claro; no hacerlo conllevó a diversas interpretaciones, lo que no debe suceder. El recinto del Concejo es el espacio natural para  la deliberación y la argumentación. Además, si lo que se quería era mostrar que la lógica del Alcalde Guerrero está dando resultados, hay que hacer énfasis en las razones que llevaron a hundir el proyecto.

LAS BANCADAS EN EL CONCEJO DE CALI

Rosalía Correa Young
Coordinadora - Observatorio Cali Visible


Las  bancadas en el Concejo de Cali no se han instalado; así traten de emularlas en el contenido de las actas y en algunas proposiciones para citar a funcionarios, para alterar el orden del día, tratar un tema o solicitar la intervención de personas  presentes en el hemiciclo.

El Reglamento que establece las reglas del juego para su aplicación no existe y las “bancadas” desconocen el sentido que quiso darles la ley: “Los miembros de las bancadas deben actuar en grupo y coordinadamente”, asunto que no se advierte en las intervenciones ni en la dinámica de los integrantes de cada bancada.

El pasado miércoles, la convocatoria a plenaria por parte del Presidente del Concejo invoca dos proposiciones formuladas por la bancada del partido de la U citando a varios funcionarios a conceptuar sobre “otorgar funciones de tránsito a la Policía Metropolitana”. Al revisar su contenido, ambas proposiciones están firmadas únicamente por el Concejal Barreras, es decir, no fue una proposición de la bancada. Además, la reacción o el enfoque del resto de integrantes, fue contraria a lo expuesto por el concejal citante. No estuvieron de acuerdo con imponer policías de tránsito,  pero avalaron el incremento en el número de guardas bachilleres.

Otro lapsus lo presentó la bancada del partido Conservador. Su “vocero” o por lo menos así lo dejó entrever, propuso la intervención del jefe de guardas; a renglón seguido, esa propuesta encontró oponente en el mismo partido, con el argumento de que el día anterior, se había negado la participación de otros asistentes.

Hay pues disparidad en el empleo de la figura de bancadas y ya es tiempo de que se institucionalice dando a entender a la opinión pública, uniformidad de criterios. De lo contrario, una toma de distancia aplicando la norma. Las bancadas requieren reuniones periódicas, estudio de posiciones y coherencia en sus principios. Cali Visible hace un llamado  para que esta ley no siga siendo un saludo a la bandera.