viernes, 12 de diciembre de 2014

LAS INSTITUCIONES CULTURALES DEL VALLE DEL CAUCA: UN FUTURO INCIERTO

Por: Alejandra Alfaro García

El Valle del Cauca se ha caracterizado por ser cuna de artistas de talla internacional, exaltados por importantes instituciones y catapultados para alcanzar un lugar en los grandes salones de la exposición cultural. Su formación, como artistas,  ha sido fruto de disciplina constante y del apoyo de entidades de esta región, especializadas y creadas para atender sus demandas.

Entre estas importantes canteras de artistas, contamos con Incolballet cuyo enfoque está centrado en la danza; con el Instituto Departamental de Bellas Artes dedicado a formar en artes plásticas, escénicas, visuales y musicales. Adicionalmente, la Biblioteca Departamental se encarga de promover a través de la lectura, la identidad y diversidad cultural y patrimonial del Valle del Cauca.

En los últimos meses, se han levantado fuertes rumores que aseguran que estas importantes instituciones culturales están próximas a desaparecer. La razón,  es una sola: los recursos destinados para su sostenimiento, en 2013, por la Ordenanza 385, no les llegaron a tiempo. Entre los argumentos señalados para este incumplimiento se encuentran las condiciones financieras del Departamento que debió acogerse a la Ley 550 de 1999. Esta  obliga a las entidades del sector público a incurrir en una restructuración de sus pasivos con los bancos, en la medida en que se encuentran incapaces para cubrir sus gastos de inversión y funcionamiento.

El déficit financiero al cual se refiere la administración actual, tiene sus antecedentes. Para comenzar, el mandato del exgobernador, Juan Carlos Abadía, quien, con base en vigencias futuras, comprometió la liquidez del Departamento por 12 años. Se supone que estos recursos se destinaron a financiar obras de infraestructura por 325 millones de dólares. A renglón seguido, el gobernador Héctor Fabio Useche se dispuso recuperar la solvencia financiera de las entidades insignias de la cultura del departamento; sin embargo, aumento la crisis incrementando los gastos de funcionamiento, más allá del 50% de los ingresos corrientes de libre destinación, establecidos por la ley 617 de 2000, llevando al departamento a bajar de su categoría especial. Con la llegada del actual gobernado Ubeimar Delgado, llegó la ley 550 a  obligar a la administración Departamental a recortar los gastos de funcionamiento. Fue allí donde resultaron afectados los institutos descentralizados dedicados al arte y la cultura y pese a que el actual gobierno se comprometió a girarles recursos por $3.400 millones de pesos, los recursos no han sido girados.

Para aliviar la crisis, las instituciones culturales afectadas pidieron apoyo al Municipio de Cali argumentando que sus habitantes son los principales beneficiarios. Ante esta solicitud el gobierno local incluyó para el 2015, $1.100 millones que se distribuirán entre Bellas Artes, Incolballet, Biblioteca Departamental e Inciva. Si bien estos recursos alivian su situación financiera no son suficientes para su sostenibilidad.

Ante tal situación es necesario  que el Departamento, desde su Administración establezca un derrotero cultural para la región con el fin de darle a cada una de estas instituciones el músculo financiero que demandarían esas políticas. Quedaría pendiente el debate acerca de qué entidad territorial debe responsabilizarse totalmente de estos servicios, porque el director de Hacienda de Cali manifestó su desacuerdo con asumir esa responsabilidad. Cali paga el mayor porcentaje de impuestos que percibe el departamento: el impuesto al consumo (licores, cigarrillos, cerveza entre otros), el impuesto al rodaje de vehículos, entre otros.

 Esta situación debe ser resuelta con prontitud y de manera acertada para favorecer las demandas ciudadanas en materia cultural, teniendo en cuenta que algunas de estas instituciones se encuentran  en cese de actividades a la espera de contar con una mayor solvencia financiera.