El proyecto Ciudad Paraíso pretende la renovación de
una parte importante del centro de Cali, comprendida por los barrios Sucre, El
Calvario y San Pascual; sin embargo, no avanza aunque existen los recursos financieros,
tecnológicos, humanos y el respaldo del gobierno nacional para su ejecución. Las
primeras dificultades aparecieron durante la fase de compra de predios y
desalojo de quienes habitan irregularmente la zona. Muchos vecinos se niegan a
vender sus predios porque no están de acuerdo con el precio que el Municipio
les ofrece ni con las condiciones de pago. Otro problema que enfrenta el
proyecto es la atención que merece la población vulnerable que se encuentra en
la zona (habitantes de la calle, trabajadores sexuales, personas con problemas
de drogadicción entre otros).
Adicional a lo anterior, El Proyecto estuvo paralizado desde
inicios del 2015 por un fallo judicial a una tutela impuesta a favor de 210
indígenas Embera Katío que llegaron a ocupar viviendas de este sector hace
aproximadamente 2 años. Este fallo exigía la reacomodación de los Embera en 48
horas en su lugar de origen en Risaralda, aun cuando este ejercicio no es de la
entera responsabilidad de la administración de Cali. La semana pasada se
expidió un nuevo fallo que dio vía libre al proyecto y además establece un
plazo mayor de reacomodo que se extiende hasta el 5 de mayo.
Si bien se está superando este obstáculo con acuerdos para el traslado de esta comunidad a su territorio, todavía Ciudad Paraíso está en entredicho. Por un lado, la administración debe sortear la dificultad en torno a la compra de los predios y por otro, asumir los retos enfocados a la atención de la población vulnerable. ¿Qué estrategias se pondrán en marcha para que Ciudad Paraíso sea una realidad, asegurando mejores condiciones de vida para quienes debe reubicar?
Por: Juliana Gómez
Meyer