El ajedrez político en el
Valle del Cauca y su capital, Santiago de Cali, nos presenta un panorama de
incertidumbre, rumorología y desconcierto.
El tiempo pasa y las
elecciones locales y regionales se acercan, los partidos políticos mueven sus
“fichas” con el fin de hacerse con el máximo cargo de la Ciudad y el
Departamento; las alianzas estratégicas no terminan de ser claras y los avales
partidistas son objeto de codicia. Por dichas razones, el panorama está lejos de
ser alentador.
En la disputa por la
gobernación encontramos dos escenarios con un mismo actor protagónico: la
exsenadora Dilian Francisca Toro cuya participación o no, se antoja casi
decisiva. Por un lado, se da casi por sentada su victoria, lo cual genera una
inmediata preocupación pues conlleva a pensar que sus líos judiciales podrían
repetir en el departamento la historia ya vivida con los casos de Juan Carlos
Abadía y Héctor Fabio Useche. Por otro lado, su ausencia en las elecciones 2015
generaría desconcierto, pues los candidatos no acaban de definirse, y casi con
seguridad no poseen el caudal electoral del cual es acreedora la política
vallecaucana; todo esto, ante la expectativa de que el Centro Democrático
anuncie su participación por la Alcaldía de Cali y la Gobernación del Valle del
Cauca.
Manuel Felipe Quintero
Ceballos
Practicante profesional de
Ciencia Política
Observatorio Cali visible
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