jueves, 24 de noviembre de 2011

2011 - EL JARILLÓN DEL RIO CAUCA: MÁS ALLÁ DEL DESALOJO DE SUS INVASORES

Diana Marcela Betancourt
Politóloga Pontificia Universidad Javeriana - Cali.
Asistente del Observatorio Cali Visible

Es preocupante el panorama que rodea al Jarillón del Rio Cauca. Si bien es cierto que la administración municipal ha iniciado un proyecto encaminado a la recuperación de este importante dique, la problemática no se limita a la urgencia de la reparación de su estructura, ni a la ejecución de acciones jurídicas que permitan el desalojo de quienes habitan esa zona, ni tampoco a acciones ambientales que ayuden a embellecer sus más de 15 kilómetros de longitud.

Estudios realizados desde el 2002, indican que los daños en la infraestructura del Jarillón del Rio Cauca son enormes; situación que se ha ido agravando por la erosión del suelo, la tala de árboles, los asentamientos humanos y la presencia de grandes colonias de hormigas arrieras que con los años han cavado hoyos de más de 9 centímetros de ancho, debilitado el dique. Todos estos factores unidos a la pasada ola invernal, han contribuido para ubicar a Cali en condiciones de alta vulnerabilidad. Si se siguen presentando fuertes lluvias y se hace difícil el desalojo de quienes habitan el sector del Jarillón, eventualmente la ciudad podría sufrir una inundación, que dejaría aproximadamente 800 mil caleños afectados, 79 barrios y 10 comunas inundadas, además de problemas en los servicios de agua potable y energía para el 80% de la población caleña.

Tras la ola invernal que afectó Colombia a finales del año pasado, el Gobierno Nacional prendió las alarmas frente al tema; por tal razón, esta semana se puso en marcha el programa “Cauca Verde” a cargo de un comité interinstitucional compuesto por la Gobernación del Valle, la Alcaldía de Cali, EMCALI; Cinara, la Universidad del Valle y el gobierno Holandés. En total son cerca de US $10 millones de dólares que se proyecta invertir en la recuperación del Jarillon, labor que duraría aproximadamente 10 años.

El alcalde Ospina calificó la labor como una tarea titánica pues su meta es convertir el Jarillón en una zona de amortiguamiento ambiental, sin viviendas y  sin escombros. Sobre éste tema hay que decir que aunque es indispensable el desalojo de quienes habitan la zona para poder recuperarla, es importante que las autoridades y la ciudadanía recuerden que el problema del Jarillón va más allá; son cerca de 12.000 personas que viven a lo largo de estos terrenos del municipio a las cuales deben dárseles soluciones de vivienda dignas que eviten que en unos años la problemática sea mayor. El Jarillón puede recuperarse, y puede evitarse una tragedia por inundación, pero el problema de fondo es la ausencia de políticas integrales que brinden oportunidades de vivienda de interés social o interés prioritario con acceso a todos los servicios para retener a los beneficiarios y no para expulsar como ha sucedido con la experiencia de Potrero Grande. Además, incluyendo un trabajo para la apropiación y el arraigo al sector.

Ahora, hay que tener en cuenta que muchos de los asentamientos subnormales que hoy posee Cali son consecuencia de la violencia y pobreza que azota la región y producto de años de abandono por parte de la administración municipal y de indiferencia ciudadana.  Por tal razón, no basta con la política integral, señalada; el gobierno local también debe pensar en políticas de región para disminuir los factores que incentivan el desplazamiento a Cali. El Plan de desarrollo 2008 – 2011 promovió el fortalecimiento del C6 que no es otra cosa que un ejercicio integración subregional con municipios circunvecinos entre los que se encuentran Yumbo, Candelaria, Palmira, Jamundí (Ver. Martínez Toro, Pedro 2005). 

En síntesis, la labor del gobierno local es inmensa. En primer lugar para liderar el Plan que se ha mencionado. En segundo lugar, para liderar políticas que favorezcan el desarrollo de la subregión y así detener el flujo migratorio y en tercer lugar para incentivar una cultura ciudadana que se apropie del espacio para su conservación como pulmón ecológico de la ciudad. El Observatorio Cali Visible apoya esas iniciativas y estará atenta a su desenvolvimiento y resultados.

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