Luisa Fernanda Quintero
Practicante – Carrera de Ciencia Política
Pontificia Universidad Javeriana Cali
El Observatorio Cali Visible de la Pontificia Universidad Javeriana Cali ha estado preocupado por la dinámica y consecuencias que la construcción de la Vía Bicentenario genere, como parte de un proyecto de Ciudad. Es cierto que la vía puede ser una opción para el crecimiento urbano, generación de empleo y por supuesto para el desplazamiento rápido de un cierto porcentaje de caleños que tienen carro particular. No obstante y de acuerdo con la información recogida surge una serie de inquietudes respecto de otras variables, más allá de la política de movilidad urbana y son los impactos sociales, ambientales, de vivienda, de recreación y cultura y también de integración entre el oriente y el occidente. Frente a estos aspectos, hay más preguntas que respuestas claras.
Prorrogar la autorización que se le dio al Alcalde para contratar su construcción, no es una dificultad. Nosotros no debatiríamos si es factible o no dar la autorización., pues en principio sus argumentos señalan dificultades de tiempo y de relaciones con el gobierno central que podrían ser consecuencia de la presencia de un nuevo ministro o gestión gerencial del Alcalde y su secretario de Infraestructura Vial o dificultades para encontrar una concesión que se interese por el proyecto.
Sin embargo consideramos oportuno deliberar acerca de la viabilidad del proyecto tanto en este momento como en tres años más, de acuerdo con el crecimiento que viene teniendo la ciudad. Nuestra preocupación para aprobar la prorroga no radica en el cumplimiento de un cronograma: estudios de suelos, estudios técnicos sobre la infraestructura de la obra, tiempos de desplazamiento, sino en el impacto social y las opciones de vivienda para 770 familias que en ocho meses deberán abandonarlas y entregarlas al precio que se les coloque bajo el concepto de “programa de interés general”.
Los desarrollos, como este, en las grandes ciudades hay que verlos integralmente; es decir, teniendo en cuenta la gente y los impactos que sobre ella van a haber. Hoy mismo estamos viendo el impacto del MIO. ¿Qué ha pasado con el MIO? No ha logrado solucionar los problemas de movilidad existentes. ¿Qué vemos en este momento? No hay terminales, no hay patios, no hay ciclorrutas; el MIO no está circulando en su totalidad. El transporte de los buses tradicionales sigue presente e invade vías por las que antes no transitaba. Todo esto contribuye a seguir estimulando el uso del carro particular. Así tengamos pico y placa, como también el uso de la motocicleta. Adicionalmente y un fenómeno que no teníamos es la aparición del transporte pirata.
Entonces, la vía Bicentenario a futuro estará estimulando más, el carro particular; por supuesto para una élite –la que puede adquirirlo- . Mientras que un alto porcentaje de caleños y caleñas se debatirán en el caos de un transporte colectivo que genera polución, trancones y accidentes; que fomenta la agresión entre conductores; que genera un divorció entre Oriente y Occidente porque la Vía va a fragmentar la ciudad en dos. ¿Mediante que estrategias viales nos comunicaremos, nos relacionaremos? Aún no las conocemos. Sólo sabemos que el Gobierno Local quiere apostarle al desarrollo de la ciudad, a través de una Vía exclusiva para carros particulares, independiente de que los requerimientos sean de un transporte colectivo que nos integre, que nos haga vivir la ciudad y también de ese transporte que estimule otros consumos: la bicicleta por ejemplo. En todo esto, ¿dónde aparece?
Parece ser, entonces, que el concepto de desarrollo urbano en Cali, está pensado, exclusivamente, en solucionar la movilidad de los carros particulares. Hacemos un llamado, no a desmontar el acuerdo para darle una mayor prorroga al Alcalde para lograr la licitación de la Vía, sino, a ver el desarrollo urbanístico de una manera integral adicionándole políticas de movilidad incluyente.
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