Rosalía Correa Young.
Coordinadora – Observatorio Cali Visible
Respecto de los documentos iniciales, el proyecto de acuerdo del Plan de Desarrollo es hoy un documento que articula el diagnóstico a principios, criterios, programas, macroproyectos, metas y líneas de base, aunque no de todas; posiblemente, por dificultades en la Administración para dar datos confiables y actualizados que permitan construir indicadores y líneas de base. Advierto que me agradó encontrar sugerencias hechas desde las iniciativas ciudadanas en que participé.
No obstante, “para vivir la vida dignamente” en Cali, parece que hubo mucho corazón en sus propósitos y poca razón. Esto es preocupante; se le apostó a todas las demandas recogidas durante su formulación.
Entonces, ¿por qué el Alcalde reconoce escasez de recursos en la instalación de las sesiones del Concejo y le apuesta a tanto? Cuesta $5,6 billones: el 45% va para el programa ‘Cali saludable y educadora’ y el 28% para ‘Cali en movimiento’: completar obras del MÍO, hacer el Mío cable y recuperar la malla vial.
Cali está empobrecida, aunque muchos lo nieguen. De sus ingresos proyectados, el 19% son propios porque el 83% de las viviendas urbanas son de estrato 1, 2 y 3; y del área rural son casi todas. Para el 2007, el 56% de los habitantes estaban registrados en el Sisbén, la tasa de subempleo es del 37%; el 95%, microempresas y sólo el 1%, grandes empresas; y del total de unidades económicas, el 75% tiene menos de cinco años de existencia. Este panorama no garantiza recursos para el Plan.
A partir de ahora y, para su aprobación, habrá que ponerle más razón y menos corazón. Y que el Concejo, sin hacer el llamado a la participación ciudadana, que se advirtió en la instalación de las sesiones, haga su tarea: más técnica y menos política.
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