Rosalía Correa Young.
Coordinadora Observatorio Cali Visible
Se espera que el Plan de Desarrollo de la ciudad, logrado mediante un consenso entre la Alcaldía y el Concejo, sea un gran avance para los caleños.
Mediante un proceso de socialización, diálogos, debates y concertaciones públicas promovido en primera instancia por el Alcalde y continuado por los concejales durante las sesiones extraordinarias, Cali ha logrado su brújula para los próximos tres años y medio, depositada en el Plan de Desarrollo. Una buena representación de las fuerzas vivas de la ciudad participó de este ejercicio para conocer su contenido, para debatirlo y/o para proponer ajustes.
El Alcalde con el acompañamiento de sus colaboradores, por su parte, y los concejales, por la suya, desempeñaron su papel para cumplir el propósito. Los primeros, defendiendo con criterio técnico sus apuestas de ciudad y los segundos, con actitudes similares estudiando la propuesta, solicitando soportes, buscando precisiones, proponiendo mejoras; primero en la Comisión de Plan y Tierras, luego en las plenarias donde escucharon diversas posiciones ciudadanas y finalmente en las dos últimas plenarias donde lo aprobaron. Pienso que este ha sido un paso trascendental para unirnos en función del proceso que comienza y para demostrarle a Cali que sí se puede armonizar la política con la técnica, sin que se requiera de otras estrategias que afectan la credibilidad en nuestra dirigencia política y por ende en su gobernabilidad.
Pero, independiente de lo anterior, sólo se ha hecho el esfuerzo de construir la agenda y proponer soluciones a los tantos problemas que nos aquejan, falta algo muy importante: la voluntad política y técnica para ejecutarlo. De igual manera, para evaluar sus aciertos y desaciertos con espíritu constructivo y siempre de cara a la ciudad.
A partir de ahora, bajo la orientación del Alcalde y sus colaboradores; bajo la tutela del Concejo, que ejercerá sus funciones privilegiando el interés de la ciudad y bajo la veeduría de la ciudadanía se iniciará el reto de ejecutar los programas que lleven a que “Cali pueda vivir la vida dignamente”.
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